La Blackmagic URSA es un cambio radical. Es emocionante y aquí les explicamos porque
Estoy genuinamente emocionado por la Blackmagic URS. Aún no está disponible, pero lo he visto (en el NAB de este año en Las Vegas, el día que fue anunciada). En ese entonces parecía algo muy interesante, en la conferencia de prensa. Fue un cambio total para Blackmagic, quien, hasta entonces, había construido cámaras totalmente funcionales con pocas consideraciones ergonómicas (de acuerdo a las cámaras convencionales). Pero con tantas cosas pasando al rededor de nosotros en el show, creo que no apreciamos algunas de las nuevas características de esta cámara.
Estamos en fila para obtener una de estas nuevas cámaras en cuanto estén listas, pero antes de que esto pase, me gustaría hablar de porque esta cámara es una innovación valiente y audaz, y como podría ser recibida por el público.
Antes que nada. Es grande, no puedes evitar notar eso. Los suficientemente grande para tener tres pantallas que son más grandes a cualquier otra pantalla de otra cámara.
Y es modular. Este es el tipo de cosas que me atrapan. No tienes que deshacerte todo tu equipo cuando aparezca un sensor mas nuevo. La modularidad se extiende incluso para varios frentes dependiendo de donde la cámara va a ser usada, en transmisión o en cine (por mencionar algunos ejemplos) y hay incluso versiones que vienen sin sensor.
Solo quiero aclarar que este video no se trata de la calidad que espero de esta cámara (ya vimos un ejemplo). Y hay que preguntarse por qué alguien querría pagar dos o tres veces el precio de una DSLR por la URSA.
Hay personas que lo harán, si tienen el presupuesto, definitivamente querrán tener los beneficios de tener una cámara modular.
Alejémonos de la URSA por un momento, y consideremos porque querer una cámara modular en primer lugar.
Cámaras de Cine ”Análogas”
Cámaras análogas “Convencionales” – El tipo de cámaras que usaban película (pregúntale a tus papás acerca de ellas…) – eran intrínsecamente modulares, con lentes y sensores intercambiables. Excepto que realmente no tenían sensores, esto debido a que la película misma era el sensor. Así que si querías un nuevo sensor, solo tenías que cambiar la película – y tenías una cámara con características de imagen completamente nuevas. De hecho, a parte de las reflexiones internas y otros pequeños factores del campo óptico, las cámaras análogas tienen poco efecto en la calidad óptica de la imagen que producían (lo expertos en ese tipo de cámaras te dirán que no es cierto, y que factores como la forma del iris, y muchos, muchos otros elementos dentro de la cámara influyen directamente en la calidad – pero mi punto es que es primariamente la lente y la película lo que determina el look en la imagen de la cámara análoga).
Pero con la cámara digital, el sensor es la película. Y no puedes cambiarlo. Lo que puedes aplicar todo tipo de modificadores a la imagen que vienen del sensor, y esto – si la cualidad y profundidad de las imagenes fuera del sensor son lo suficientemente buenas – superan la ventaja de poder usar diferentes tipos de película, pero, con la mayoría de las cámaras, si hay un nuevo tipo de sensor disponible, tienes que conseguir una cámara nueva para poder usarlo.
Idealmente, alguien debería diseñar una cámara que pudiera usar cualquier tipo de sensor. Pero eso no va a ocurrir pronto. No lo descartaría, pero para lograr esto, necesitamos todo tipo de estandarización en la industria, cosa que no existe. Por ahora, tenemos que conformarnos con lo que tenemos, cámaras que te permiten usar nuevos sensores que son seleccionados por los fabricantes. Esta no es la primera vez que vemos una cámara de este tipo (pienso en RED) pero desde que el sensor está dentro de un bloque removible en la Blackmagic URSA, todo debe ser más sencillo.
Cambiar el sensor de una cámara solo vale la pena si el valor del resto de la cámara es sustancialmente mayor que el costo de un nuevo sensor. Esto casi se convierte en un argumento de autoselección (un poco como el principio soft-anthropic, una disculpa por traer un argumento cosmológico en un artículo que habla de una cámara). Lo que quiero decir es que si haces el cuerpo de la cámara barato en relación con el costo del sensor, entonces realmente no necesitas modularidad: simplemente compras una nueva cámara. Pero si el resto de la cámara es caro (y oja sea por las razones correctas) entonces ciertamente tiene sentido tener un sensor fácilmente intercambiable.
Tendremos que esperar y ver como es el performance de la cámara en las manos de los usuarios, pero es lo que se encuentra en el resto de la cámara lo que realmente hace este modelo un para tenerlo presente, debido a que es más como un flujo de trabajo de postproducción en un tripie
Productos dentro de productos
Recordemos que Blackmagic recientemente se ha puesto la misión de poner sus productos dentro de otros productos, por ejemplo el sistema de control ATEM de Blackmagic ahora contiene el software de gradación de color DaVinci Resolve, permitiendo gradación en tiempo real. y esta cámara es la prueba más fuerte de esa filosofía.
Tiene tres monitores (uno de los cuales es el monitor más grande que hemos visto dentro de una cámara) que sirven para mostrar información sobre lo que está ocurriendo en la cámara, así como lo que va a ocurrir con el video. Así que podemos esperar muchas características de un flujo de trabajo de producción integrados dentro del corazón de esta cámara.
Después están los grabadores. Dos, uno graba directo a ProRes, para material que puedes usar directamente como sale de la cámara y el otro graba Cinema DNG raw con compresión sin pérdida. Puedes usar ambos simultáneamente para obtener lo mejor de ambos mundos: material usable de forma instantánea para pre visualización y transmisión, y la flexibilidad de los 12 pasos de rango dinámico para un proceso intensivo de gradación y corrección.
Las pantallas son perfectas para mostrar forma de onda y scopes en tiempo real (que sin lugar a duda usan el código de otros productos de Blackmagic) además el viewfinder es enorme, una bendición enorme para controlar el enfoque y para cuando necesitas poner una cámara a mayor altura para obtener una toma sobre una multitud: solo controla el ángulo del viewfinder y es como si estuvieras parado junto a él.
Finalmente, hay una parte de esta cámara que nos intriga. El poder del procesador. Para procesar video en tiempo real, necesitas software que corra a “velocidad de hardware”. ¿Qué quiere decir “Velocidad Hardware”? Significa que procesamiento de software es tan rápido como lo sería tu hardware si estuviera haciendo el mismo trabajo. Los chips que nos permiten hacer esto se llaman FPGAs (Field Programmable Gate Arrays) y son esencialmente procesadores de hardware que se comportan como una caja de bloques de Lego, no serian nada sin alguien que siga un plan para construir un tanque, o un rascacielos. Pero con las instrucciones completas (o programa) puedes hacer casi cualquier cosa. Es lo mismo con FPGAs. Están hechos de unidades súper rápidos que se auto arreglan de acuerdo a instrucciones que cargan a la hora del arranque. Estas instrucciones le pueden decir al FPGA que se comporten como un gradado de color, un analizador de forma de onda ó un codificador ProRes.
Lo que es emocionante es que Grant Petty, CEO de Blackmagic, comento cuando la URSA fue anunciada por primera vez, que la URSA viene con capacidad FPGA que no se usa, lo que quiere decir que está preparada para poder adicional en un futuro.
Manteniendo el precio bajo
Así que es por esto que esperamos la Blackmagic URSA. No sabemos como funciona en práctica hasta que la probemos, y esperamos que no falte mucho tiempo. Como siempre, es fascinante ver como Blackmagic puede empujar los límites tecnológicos al mismo tiempo que mantiene los precios bajos. La compañía, con base en Australia, es famosa por tomar productos establecidos, transformarlos para hacerlos más accesibles, pero manteniendo la funcionalidad total. La compañía está en un punto donde la competencia es muy fuerte, y está invadiendo un mercado de gama alta, donde muchas veces se puede decir que el precio no es importante (Si vas a filmar junto a James Bond, el costo de las cámaras no va a ser un departamento donde haya discusión sobre el presupuesto). En todo caso, todo depende del performance y la usabilidad. Tendremos que esperar y ver como ver que tan bien le va a este equipo.
Hay otra área, que es donde sospechamos que realmente va dirigida. Es un dispositivo sin compromiso que es muy funcional, que está feliz de sentarse en el centro de cualquier flujo de trabajo complejo. ¿Sin compromiso? Bueno, quizás no. Por algunos, tal vez sea muy grande, o muy pesada. Y seguro habrá más razones que sin duda las personas van a criticar. A lo que me refiero cuando digo “sin compromiso” es que, en esta ocasión. Blackmagic no ha dejado fuera funcionalidad con tal de mantener bajo el costo. Incluso le han añadido.
Para las compañías de producción que tienen restricciones de presupuesto, la gran pregunta es: debemos comprar una URSA, o deberíamos mejor dejar pasar el detalle ergonómico y comprar, digamos, una Blackmagic Production Camera.
Si se trata de un uso profesional a largo plazo, definitivamente consideraríamos una URSA.
Artículo por: David Shapton
Puedes ver el primer material filmado con la Blackmagic URSA aquí
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